Fa més o menys un any que em va arribar aquesta petició que veieu aquí a través de la coneguda organització CHANGE.ORG. La feia una tal Liliana Elizabeth Franco y demanava “A los ciudadanos catalanes: que vuelvan los toros a Cataluña”.
En vaig fer una captura de pantalla per simple curiositat. Com podeu comprovar (si feu la imatge més gran per tal de poder llegir el contingut) la campanya no va tenir gaire èxit. Van haver de tancar la campanya havent recollit l’astronòmic nombre de 8 signatures. I el més curiós de tot és llegir els arguments que donava aquesta noia per demanar la signatura.: “Es Importante recuperar la identidad española, y sobre todo la cantidad de fuentes de trabajo. Los que votaron por su abolicion que digan si son vegetarianos”.
Tenim la sort de que a Catalunya no hi ha més curses de braus des de l'1 de gener del 2012. La situació ha estat ben acceptada per la majoria de gent, excepte per una petita minoria de fanàtics i bàrbars que no s’adonen del sofriment de l’animal.. Aquesta petició demostra que són pocs i que són una espècie en extinció. A mi em fan gràcia la majoria d’arguments que fan servir els pro-taurins. Alguns parlen de que és un art. Un art de què? Deu ser l’art de fer patir. Els inquisidors també havien arribat a fer un art refinat la tortura…
Llegia en un blog uruguaià el següent text, escrit l’any 2010:
En Catalunya no habrá más corridas de toros a partir de 2012. Ya era hora.
Siguiendo el buen ejemplo de Canarias, que hace ya algunos años eliminó esta vergonzosa práctica, ahora son los catalanes los que le dicen que no a las corridas.
Lo que no me esperaba es la andanada de reacciones -en algunos casos histéricas- de quienes están a favor de esta "justa" lidia, en donde en "condiciones de igualdad", varios humanos con lanzas y espadas torturan a un animal (que no lleva espadas obviamente) hasta matarlo.
He leído cosas que, si no fueran indignantes, serían humorísticas, como que los toros de lidia existen justamente para eso, que es su razón de ser.
Argumento similar fue dado en su momento para justificar la esclavitud, había razas que estaban para eso, si no tenían alma, joder!
Por allí alguno hablaba de la libertad y de la democracia... sería cómico si mañana alguien quisiera matarles a ellos en nombre de esos valores (aunque ahora que lo pienso es un argumento que ya se ha ensayado).
Otro directamente se iba al carajo y decía que había que prohibir las pollerías, porque, si de que los animales no sufriesen se trataba, las pollerías deberían desaparecer.
Espero ansioso escuchar argumentos de similar sensibilidad y profundidad pero refiriendo a insecticidas que matan a los mosquitos, o naftalina que mata las polillas, y por qué no, los desinfectantes que matan a los pobre gérmenes, por no meterse con los antibióticos.
Pero quizás el peor de todos no fue el del reaccionario que insiste en que es una tradición y como lo hizo su padre, y el padre de su padre, y el padre de éste, entonces está bien porque es una tradición.
El peor para mí fue el que salió a decir que esto era política pura, que los toros no importaban nada.
Que se trataba de una maniobra de los catalanes, que como no quieren ser españoles, porque no se sienten españoles, la emprenden contra la fiesta española por excelencia, un símbolo de España.
Es curioso porque vale justamente en el razonamiento inverso... por qué imponerle a los catalanes una fiesta española cuando ellos no se sienten españoles, y para colmo de males imponerles una fiesta bárbara donde se tortura a un animal.
Por si alguna razón les faltara a los catalanes...
...que si ser español pasa por algo tan miserable y salvaje como destripar animales para divertirse y regodearse en ello, entiendo que no quieran serlo.
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