
Tal com suggereix l’autor del blog amic
Elnouburxeta
vull fer córrer avui un article, escrit
pel director de
Religión Digital,
José Maria Vidal. És
prou interessant com per llegir-lo i pensar-lo detingudament. Personalment m’hi
adhereixo perquè el considero prou lúcid i clar com per retratar el moment
transcendental i delicat que viu l’ Església catòlica. No sé si els canvis
profunds que el Papa Francesc vol tirar endavant arribaran a bon port. Reconec
que no li serà fàcil, tot i que seria molt necessari i convenient. Però la Cúria
és la Cúria i els Papes passen i ells es queden… L’article descriu prou bé tots
els entrebancs que troba pel camí. És cert que l’article parla en general i no
pot entrar en detalls concrets de cada país -en trobaríem tants!- però ja que
l’article està escrit a Espanya, trobo a faltar algun comentari sobre els dos
grans búnquers integristes espanyols com son 13TV i la
COPE, dos mitjans de comunicació vinculats amb l’Església que
fan fàstic, vergonya i que sembla que ningú hi vulgui posar
remei…
Aquí teniu
l’article de José M. Vidal:
Están al acecho. Como los cazadores despechados. Llevan tres
años sin cobrarse la pieza y ya disparan sin parar, a todo lo que se mueve.
Incluido al Papa. Sobre todo al Papa Francisco. Los 'cazadores'
eclesiásticos son los talibanes de siempre (obispos, curas y laicos), los que,
durante años, impartieron carnets de catolicismo para elegidos, de docrtrina
íntegra y de principios innegociables.
Los obispos-cazadores vivieron como príncipes y no
consienten que el Papa les deje en evidencia. Los curas son algunos de los
que, sin demasiados méritos ni celo pastoral, aprovecharon la situación para
colocarse cada vez más arriba en el escalafón clerical. Y, ahora, no quieren
bajar peldaños.
Y los laicos son sus monaguillos, laicos clericalizados e
ideologizados. Los que convirtieron la fe en doctrina y dejaron de lado el
Evangelio. Los que disparan ya sin rebozo alguno desde sus pequeñas pero
numerosas terminales mediáticas.
Cardenales de todos conocidos (Burke, Sodano, Re, Bertone,
Ruini...y un largo etcétera). Y, entre nosotros, Rouco y los obispos de su
cuerda y línea, como Demetrio, Munilla o Reig. Por hablar sólo del trio de
tenores episcopales más temeriario del suelo patrio. Los tres obispos que cada
vez que abren la boca baja el pan de la credibilidad eclesial.
También abundan los curas 'trabucaires', diocesanos y de
los movimientos neoconservadores. Los que congelaron el Concilio y se olvidaron
de salir a las calles. Los que enterraron la parábola del buen samaritano en el
cajón de los olvidos y ciñeron el seguimiento de Jesús al Catecismo y al Código
de Derecho Canónico.
En los últimos tiempos destaca como cazador avezado el antiguo
corresponsal religioso de ABC y fundador de los Franciscanos de María, el
padreSantiago Martín. Desde Roma y a través de grabaciones en vídeo lanza
soflomas contra la "confusión" creada por el Papa Francisco en la Iglesia,
advierte que los católicos fetén están desertando de ir a Roma y que Bergoglio
diluye la sagrada doctrina católica en el sincretismo, con el último video que
acaba de lanzar sobre el diálogo interreligioso.
Obispos y curas están apoyados, en España, por una serie de
laicos ultramontanos, que son los que siempre dan la cara, a través de sus
terminales de Internet: Son los infovaticanos y los infocatólicos de todo
pelaje y condición que arremeten, directa e indirectamente, contra todo lo que
venga de Roma. Contra todo lo que salga de la boca o de la pluma del Papa
Francisco.
Ellos, tan papistas antaño, ahora se rasgan les vestiduras y
acusan al Papa argentino de todos los males de la Iglesia. Actuales y por
venir. En un primer momento, tiraban la piedra y escondían la mano. Ahora ya no
se ocultan y lanzan sus pedradas abiertamente. Venga o no venga a cuento. Han
convertido al Papa en un muñeco del pim-pam-pum y se han aficionado a jugar con
él a diario. Arrojándole todo tipo de proyectiles: chinas, cantos, piedrecitas,
pedruscos y pedradas.
La consigna es darle 'leña al mono' por muy Papa que sea. Para
intentar desacreditarlo (¡qué ilusos!) y para que desista de su 'revolución
tranquila', de su reforma evangélica. Para que deje de predicar el Evangelio
de los pobres. Para que se amilane y desista. Y, si no lo hace (¡que no lo hace
ni lo hará!), lo mínimo que le desean es que se muera o que lo mueran (como a
Juan Pablo I), que dice el obispo de Ferrara, monseñor Negri.
Sólo ansían que el pontificado de Francisco sea una tormenta
de verano, una pesadilla pasajera. Y que las aguas eclesiales vuelvan a su
cauce, al de ellos, al de la Iglesia-aduana y fortaleza asediada por los
enemigos de dentro y de fuera. Más de dentro (quintacolumnistas nos llaman) que
de fuera. Porque ya se sabe que no hay peor cuña que la de la misma madera.
Y es que, como dice Andrea Tornielli, el autor del libro
entrevista con el Papa 'El nombre de Dios es misericordia', "cuando las críticas
no son sinceras, sino hechas sobre la base de prejuicios, cuando se convierten
en sistemáticas, incluso ridículas, por su insistencia y por su inconsistencia,
al final se vuelven en contra de quienes las hacen".
Cegados por la fe convertida en ideología no ven la primavera.
Y no son capaces de entender que Francisco es un regalo de Dios para el mundo y
para la Iglesia. Ciegos, no descubren la primavera, a pesar de tenerla ante
sus ojos. Y no quieren aceptar que nadie puede parar la primevera en
primavera.
Por suerte, no toda la Iglesia es igual. Yo soy católica, apostólica y romana y estoy encantadísima con el Papa Francisco, pienso que muchos como él, podrían lograr que las iglesias se vlviesen a llenar.
ResponEliminaSaludos